Ya se está volviendo una costumbre en nuestra ciudad que entre las 14 y hasta las 18, aunque hay algunos aventureros que prueban suerte hasta las 19 horas, escuchar el sonido de una especie de bubucela y un grito limpio de “Chuuurros”. Lo que estaría pareciendo anormal es que en todos los barrios de la ciudad que van de una punta a la otra, aparecen los churreros. Casi como fuera una moda que se impone de a poquito también apareció el hashtag #LosChurrosALaSiesta para compartir imágenes de los tentempiés.
Pero no todo es felicidad en Felicidonia y no todos están contentos con los churros. Además de interrumpir el horario de la siesta, o solo cortar con el silencio de los hogares, los que están enojados son los panaderos. “Que se hagan un gremio y empiecen a aportar los impuestos” es la queja principal, pero también alegan que las condiciones de higiene podrían no ser las más óptimas. Ramiro R, dueño de una ostentosa panadería de Ushuaia, declaró: “A mi la verdad lo que me preocupa es que no sean generosos con el azúcar y el dulce de leche. Si van a hacer cosas que las hagan bien”