La crisis llega a todas partes y a Tierra del Fuego también. Un grupo de vecinos se reunió cansados de los precios de las heladerías locales y montó su propio emprendimiento.
Uno de los integrantes de esta nueva cooperativa fueguina poseía conocimientos en la famosa “achilata” y fue el puntapié inicial para enseñarle a los demás.
También innovando en los sabores decidieron jugarsela en novedosos y extravagantes gustos: Turbeño, Calafatoso, Del Castor, Usupineado, El Usurpado y El andorra al fondo son algunos ya disponibles.